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Entrevista: Multivers9

Por Matías Sigot




Multivers9 —léase “Multiverso nueve”— conforma un colectivo de autores de historietas al mismo tiempo que un sello editorial. Su iniciador, el historietista, ilustrador y caricaturista Hernán Molina (General Pico, La Pampa, 1978) cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito; junto a Sebastián Carreras “Kaos”, entre otros autores pampeanos, fundaron HB-Historietas Pampeanas en el año 2012. Luego, con el tránsito de Hernán desde La Pampa a la Cordillera, donde se radicó, nació esta nueva iniciativa, que aquí presentamos.


¿Podrían contar un poco acerca de cuándo y cómo se reunieron? ¿Qué los convocó a juntarse?

Hernán Molina: La idea de unir esfuerzos apareció hacia finales del 2021.

Creé Multivers9 en 2017 cuando me mudé al sur, a la Comarca andina —conformada por las localidades de Lago Puelo, Chubut y El Bolsón, Río Negro— y decidí dedicarme tiempo completo a la historieta. Así tendría un nombre que el público pudiera recordar y asociar a mis títulos.

Aquí conocí a Toan y colaboramos en una historieta corta —El hombre continuo (2021)—; ya conocía a Sebastián y Julio de mucho antes, con quienes también tenía historias en conjunto.

Todos estábamos en una situación similar: buscando hacer visibles nuestras historietas. Así que les propuse unirnos en Multivers9 y así ofrecer un catálogo más variado.

Julio Paz: En mi caso, soy guionista y vivo en Buenos Aires (zona oeste); ya conocía a Hernán por amigos en común. Yo venía escribiendo y, a través del correo electrónico, Hernán fue seleccionando qué guiones eran más parecidos a lo que a él le gusta trabajar. Hernán no lo quiere decir, pero Multivers9 fue un fanzine creado en 1999 que se llamaba Utopía.1

¿Quiénes integran el colectivo? ¿Podrían presentarse brevemente?

Hernán Molina (Río Negro): Comienzo a dibujar historietas en 1997; en 2017 se vuelve mi profesión de tiempo completo. En el medio he publicado un libro de tiras de humor —Todo Gris (2011)— y he sido editor y autor de la revista HB-Historietas Pampeanas.

Julio Paz y Vadalá (Buenos Aires): Soy escritor freelance de guiones de ciencia ficción y terror para formato comic-book2. Y cuentos. Pero sobre todo lector de historietas y libros de ciencia ficción. Desde 2016 he publicado en editoriales de Reino Unido Paraguay, Colombia, Estados Unidos y en Argentina (Buenos Aires, La Pampa y en San Pedro).

Kaos Alexander Lone (La Pampa): Comienzo a dibujar desde muy joven influenciado por los dibujos animados, luego, por las historietas de las editoriales Columba3 y Marvel. Desde el 2000 he publicado en fanzines y revistas independientes. Participo en la creación de la revista antológica HB-Historietas Pampeanas donde publico “Erovix, el galo” de forma serializada e integral.

Toan Jones (Chubut): Estudié en Les Arts Décoratifs de Strasbourg y en Bellas Artes de Bruselas. Mi estilo está influenciado por autores de la revista Métal Hurlant (1975-87):4 Jean Giraud (AKA Moebius), Enki Bilal y Philippe Druillet. He publicado en fanzines, revistas y publicaciones colectivas (Exil; Fanzinekeu; Renard, Renarde; Amazing) y dos series de libros por financiamiento colectivo: Amazone (3 volúmenes, 2014-2016) y Patagonia (3 volúmenes, 2017-2021). Desde 2015 estoy radicado en Argentina, donde sigo publicando historietas tanto para Francia como para Argentina. En la actualidad, estoy trabajando sobre una novela gráfica titulada El hacedor de viento, en conjunto con el guionista rosarino Daniel Basilio.

¿Tienen algún objetivo en mente, como grupo, más allá de la difusión de sus historietas?

Hernán: El trabajo en equipo tiene una ventaja más allá de la unión. Uno aprende del otro mutuamente en todos los aspectos y creo que eso nos enriquece tanto como personas y como artistas. Creo que ese es el objetivo de fondo.

Julio: Ir ampliando los logros personales y mejorar como preparador de historias. No solamente el poder trabajar en forma conjunta, sino también colaborar con el aporte de sugerencias, ideas. Porque ese ida y vuelta (feedback + brainstorming)5 es recíproco y siempre hace falta la visión del otro para ajustar mejor los errores que uno mismo no logra ver en su obra.

¿Qué implica, para ustedes, ser historietistas en la Patagonia?

Hernán: Creo que ser historietista en cualquier provincia alejada del centro del país dificulta la visibilidad ante el público porque dependemos en primer lugar de las redes, que actualmente están sobrepobladas de contenidos que son tendencia. Es una competencia salvaje por la atención de los espectadores donde quien invierte más dinero o habla del tema de moda se lleva la mayor parte. Luego está la opción de moverse a eventos, que implica el costo mismo del viaje, sumando al de la impresión de las historietas que ya alcanza niveles difíciles de sostener.

Aquí particularmente no hay una cultura de lectura de historieta nacional. Los eventos más populares se enfocan en la cultura japonesa y sus derivados (fandom)6; otra competencia difícil de vencer cuando la cantidad de artistas que hacemos historieta localmente la contamos con los dedos de una mano. Quedamos pocos para difundir lo que hacemos, debiendo compartir el tiempo con los encargues de terceros que nos permiten seguir haciendo lo que nos gusta.

Julio: como habitante de la Ciudad de la Furia, en las localidades del interior tienen la ventaja que siempre está activa la parte cultural, cosa que no existe en la parte de Buenos Aires más cercana a CABA. En otras localidades más adentro de la provincia de Buenos Aires y en el interior del país es más fácil poder conseguir aportes del municipio. Pongo algunos ejemplos: en 1999 participé en un taller itinerante de historietas que nació en Tandil, por el amor a la historieta, gracias a la labor de dos “señores autores” de renombre, incluso en el extranjero: Ricardo Garijo —más que dibujos eran artes— y Raúl Etchegaray —no sólo guionista de historietas, sino también novelista, guionista de teatro y radio en Tandil. El taller consistía en dar pautas en varias localidades de la provincia de Buenos Aires —yo lo hice en el partido de San Martin, aunque se realizó en varias localidades. El “premio” consistía en poder ser publicado en la revista antológica Gurbos en Extinción. En el transcurso del 2018 conocí a la docente Luciana Baca quien desde San Pedro y a través de la historieta complementaba sus clases del secundario. Ella quería hacer una revista de antología de ciencia ficción —que se llamó Distópica— y para que pudiera llegar a la cantidad de páginas requeridas colaboré con algunos trabajos terminados. Esta experiencia la repitió el año siguiente con otra antología de terror y suspenso —llamada Spectra— en donde nuevamente alumnos del secundario publicaron sus trabajos. Este amor por la escritura lo continúa con otros proyectos vinculados a la expresión artística: Brevísima, una antología digital de cuentos cortos, y desde su Facebook Elperro Verde.

Es más: Hernán Molina, cuando fue alma mater de la revista HB-Historietas Pampeanas, lo pudo lograr porque consiguió el aporte del municipio de General Pico. Esto no ocurre siempre, pero es más factible poder conseguir colaboración en el interior.

Pensemos en una etiqueta: “historieta patagónica”. ¿Existe o no existe? Y si existe, ¿qué la diferenciaría de la historieta producida en otros lugares?

Hernán: Creo que es más difuso definir la “historieta patagónica” que la “historieta argentina”. Diría que tiene todo lo que tiene esta última, más elementos culturales y sociales particulares de la zona. Pienso que los elementos como leyendas locales, conflictos socio-culturales y políticos, o hechos históricos pueden utilizarse para identificar si una historieta es o no patagónica. La trilogía creada por Toan Jones como autor integral, titulada Patagonia, tiene mucho de “historieta patagónica”.

¿Han pensado o reflexionado acerca de qué vínculos encuentran con el territorio?

Hernán: Mis vínculos con el territorio están más relacionados a su gente, modo de vida y en última instancia y en menor medida con la geografía.

Toan: La vida de campo que tenemos desde hace poco con mi familia viene a nutrir mis dibujos. Sin hablar de la paz que nos rodea que permite trabajar en condiciones perfectas. Además, en la trilogía Patagonia intenté traducir los paisajes de la zona y la arquitectura local: estancias, refugios…

Sabemos que los recursos naturales y su explotación son una problemática y un emergente que tienen un profundo impacto en la región; ¿se han vinculado de alguna manera con el tema, y/o lo han plasmado en alguno de sus trabajos?

Hernán: He participado en charlas y movilizaciones sobre estos temas, y he estado en contacto con quienes se han involucrado más intensamente, aunque no ha llegado aún a entrelazarse con las historias que escribo o dibujo.

Vamos con una pregunta complicada: ¿se puede vivir de la historieta en la Patagonia argentina?

Hernán: Creo que soy un ejemplo positivo a esa pregunta. Por mi parte tengo un estilo de vida simple que ayuda a reducir costos de vida. Y por otro lado en cualquier parte del mundo uno puede estar conectado a través de internet con el exterior, que ofrece oportunidades laborales más favorables. Por otro lado, ¿se puede vivir de la historieta y no relacionarse realmente con colegas? Eso ya lo dudo mucho.

Julio: Siempre y cuando seas profesional —especialmente cumplir plazos de entrega— y nunca dejes de divertirte, en crear historias como a uno mismo le gustaría poder llegar a leer. Pero no va a ser el trabajo principal. Lo digo en mi caso como guionista; los artistas —los dibujantes— logran la mayoría de las convocatorias porque siempre es más solicitado el trabajo de artistas gráficos. En el contexto actual —y desde hace varias décadas— seguimos siendo mano de obra barata y es factible poder trabajar desde acá para editoriales en el extranjero.

Toan: Tenemos un problema de difusión: no hay lugares especializados para vender nuestras revistas7; quizás tampoco hay un público. Faltan también eventos para dar más visibilidad a nuestro trabajo.

¿Tienen algún consejo para brindarles a aquellos niños, niñas y adolescentes que deseen ser historietistas?

Hernán: No hay mejor dicha que vivir haciendo lo que a uno le apasiona. No se siente como una carga. Se siente como si te pagaran por divertirte. Comenzando a temprana edad uno tiene una gran ventaja para perfeccionarse y llegar a una edad adulta ya insertado en un circuito profesional.

¿Podrían dejar enlaces (páginas web/IG/Fb/etc.) para que nuestros lectores puedan ver (algo de) sus trabajos, ya sean individuales o del grupo?

El sitio web de la iniciativa: www.Multivers9.com.ar
Allí pueden encontrar enlaces a las páginas de cada integrante, pero aquí hay algunas:
instagram.com/hernanmolina_art
kaos-historietas.blogspot.com
instagram.com/Jonestoan

  • 1 Hernán Molina desarrolló en 1999 su primera historieta como autor integral —es decir, a cargo tanto del guion como de los dibujos—, un fanzine llamado Utopía, al fondo a la derecha. Esta publicación fue, como lo indica Julio Paz y Vadalá, el inicio de la iniciativa Multivers9. Molina recuperó este nombre para editar una colección de historietas breves, bajo el título Utópica. (Nota del entrevistador)
  • 2 El formato comic-book se define como una publicación en formato revista, generalmente de 17x26 cm, de entre 24 y 32 páginas, con una periodicidad regular —mensual, por defecto—, que desarrolla una historia serializada en capítulos. Es el modo de publicación más habitual en las historietas de superhéroes, y uno de los más difundidos por la industria estadounidense. (Nota del entrevistador)
  • 3 La editorial Columba fue fundada en Argentina en 1928 y se mantuvo en actividad hasta 2001; se trata de una de las editoriales más grandes e influyentes de Latinoamérica en relación con la historieta, y que llegó a tener —alrededor de la década de 1960— tiradas de un millón de ejemplares mensuales de algunas de sus revistas. Sus publicaciones fueron El Tony, Intervalo, Fantasía, D’artagnan y Nippur Magnum; publicaron en ellas sus historietas Hector Germán Oesterheld, Robin Wood, Enrique Breccia, Jorge Zaffino y Sergio Mulko, por mencionar unos pocos artistas ampliamente reconocidos. Marvel Comics, por su parte, fue fundada en Estados Unidos en 1939; se trata de una de las dos editoriales más influyentes de historietas norteamericanas —siendo la otra DC Comics—, especializada sobre todo en historias de superhéroes. Entre sus personajes más reconocidos se cuentan el Capitán América, El Hombre-Araña, Los Vengadores, y los X-Men, que han alcanzado una enorme popularidad y que, en la actualidad, son mundialmente famosos por sus adaptaciones cinematográficas. (Nota del entrevistador).
  • 4 Métal Hurlant (1974-1987) —“el metal que aúlla”— es el nombre de una revista francesa de historietas, creada por el colectivo de autores Les Humanoïdes Associés —“los humanoides asociados—, cuyos fundadores fueron Jean-Pierre Dionnet, Philippe Druillet, Bernard Farkas y Jean Giraud, y al que luego se incorporaron autores de otras nacionalidades, como el chileno Alejandro Jodorowsky, el serbio Enki Bilal, el estadounidense Richard Corben, el italiano Milo Manara y el argentino Juan Giménez, entre otros historietistas de renombre mundial. La publicación es una de las más significativas de la historieta en Occidente: contribuyó a la difusión de numerosos autores y obras, inspiró la creación de otras revistas análogas en otros países —en Argentina, la revista Fierro, por ejemplo— e impulsó el surgimiento de otros colectivos de historietistas —como el caso de Rambla, en España. (Nota del entrevistador)
  • 5 Los procedimientos a los que Julio Paz y Vadalá se refiere —feedback y brainstorming— se traducen, respectivamente, como “retroalimentación” y “lluvia de ideas”. El primero consiste en la interacción constante entre los participantes de un determinado proyecto, que va modificándose de acuerdo a los comentarios o evaluaciones recibidos; el segundo implica una técnica creativa grupal, que consiste en que los participantes enuncien sus pensamientos e ideas, que luego se irán desarrollando y puliendo a medida que avance el proyecto. (Nota del entrevistador).
  • 6 El término fandom designa el conjunto de aficionados a algún pasatiempo, fenómeno o artista. Al que se refiere Hernán Molina es al conjunto de consumidores regulares o frecuentes de manga —historietas— y anime —producciones audiovisuales de dibujos animados— provenientes de Japón, que tienen sus propias particularidades narrativas y estéticas: una estilización de la figura humana, una preeminencia del dibujo por sobre el texto, un desarrollo narrativo dinámico, entre otras. Estas producciones alcanzaron una inmensa popularidad en Latinoamérica a partir de las últimas décadas del siglo XX, y siguen contando con una grandísima cantidad de consumidores; de hecho, desde 2010 en adelante, cada año se incrementó la cantidad de títulos de manga publicados, hasta llegar a casi 300 mensualmente, en la actualidad. (Nota del entrevistador)
  • 7 Esto no es del todo cierto. Existen en Argentina tiendas especializadas para la venta de historietas y productos relacionados, conocidas popularmente como “comiquerías”; sin embargo, la gran mayoría se encuentran en Buenos Aires, o bien en grandes ciudades como Córdoba y Rosario. En la Patagonia son más escasas, y no cuentan con un catálogo muy amplio de obras; aquí, uno de los principales problemas radica en la distribución, ya que los únicos volúmenes que alcanzan realmente una tirada a nivel nacional son aquellos asociados a las grandes editoriales, como los de Ivrea —principal editora de manga en nuestro país— o Panini, ambas empresas multinacionales.

Página inicial de La Casona (2021), con guiones de Julio Paz y dibujos de Hernán Molina.

Página inicial de Alter Ego (en curso), con guiones de Hernán Molina y dibujos de Toan Jones.

Página interior de La leyenda de Rojnar (en curso), con guiones de Hernán Molina y dibujos de Kaos. Los primeros cuatro capítulos de esta historieta fueron publicados en la revista HB-Historietas Pampeanas en blanco y negro. La reedición, en el sello de Multivers9, fue coloreada digitalmente, y cuenta con nuevos episodios que serán publicados en breve por la editorial.

Portada del primer tomo de Patagonia (2017), a cargo de Toan Jones, en su edición francesa, publicada por Vénus Éditions.